Decálogo sobre las vacunas

1 Las vacunas son unos fármacos biológicos y químicos
La composición de esos fármacos lo es de organismos vivos, y de química altamente toxica, como es el caso del tiomersal, sales de aluminio, escualeno, antibióticos y formaldehidos, que se introducen directamente en el organismo humano sin pasar el filtro digestivo de la microbiota.

2 El proceso de fabricación de la vacunas no está sometido a control independiente externo.

La afirmación de la industria farmacéutica de la eficacia de las vacunas no ha sido demostrada nunca.
Según la industria farmacéutica, la finalidad de las vacunas sería aumentar las defensas del organismo evitando la enfermedad que el patógeno origina o puede originar.
La vacuna no mata el patógeno, evitaría en el mejor de los supuestos el desarrollo de la enfermedad. Por tanto, no erradica enfermedades.

3 Las vacunas tienen efectos secundarios frecuentes y graves
Entre ellos, están el autismo, la parálisis, epilepsia, encefalitis, meningitis, esclerosis en placas, dispepsia y colitis, plaquetopenia, tiroiditis, insuficiencia renal, alteración muscular, fatiga o astenia, diabetes, reacción vagotónica, infarto de miocardio, reacciones alérgicas y de intolerancia. Además de causar enfermedades infecciosas, como la poliomielitis, la difteria, la tosferina (pertusis), la hepatitis, la pulmonía, la gripe, el sarampión, etc., también son causan de la denominada muerte posvacunal.
Los efectos secundarios son debidos a las reacciones tóxico-alérgicas que suele desencadenar, a la autoinmune y a la infecciosa que puede poner en funcionamiento.

4 Las vacunas están vinculadas al Autismo y al ADHD (Trastorno Hiperactividad con Déficit de Atención)
Por lo que respecta al ADHD, se produce en menos del 2 % de los niños no vacunados pero se eleva al 8 % de los niños vacunados. Además, el asma se encuentra en sólo el 0,2 % de los niños no vacunados en comparación con el 15 % de los niños vacunados. Las reacciones postvacunales incapacitantes son comunes, graves y de por vida. Los ex responsables de la FDA (Departamento Federal de Drogas en EEUU) han admitido que sólo informan de alrededor el 1 % de los efectos adversos graves de las vacunas, por lo que lo razonable es concluir que ha habido millones de reacciones adversas graves en el mundo por las vacunas en los últimos 25 años.

5 Las vacunas pueden causar la muerte
Existe información al respecto. Actualmente, se calcula que el riesgo de muerte posvacunal es 1 muerte cada 250.000 dosis de vacuna.
Si en España aproximadamente se vacunan 10.000.000 de personas, el resultado es de 40 muertes cada año por vacunas. Dato que se silencia.
Las causas por las que pueden causar la muerte son: la encefalitis, fallo multisistémico, meningitis, crisis asmática, reacción anafiláctica, insuficinecia renal, infarto de miocardio, etc.

6 La inmunización de grupo no es cierta
La afirmación realizada por la industria farmacéutica de que la vacunación masiva produce la denominada inmunización de grupo, no sólo no es cierta, sino que no está demostrada, ni científica ni empíricamente. La inmunidad de grupo es el resultado de una inmunidad permanente, que sólo se consigue mediante la infección natural.

7 Las vacunas no son el único tratamiento para evitar ciertas enfermedades
Ni siquiera el más efectivo, desde luego a nivel de grupos grandes.
Está demostrado empíricamente que los mejores remedios para evitar enfermedades infecciosas son las condiciones de salubridad, el agua potable, la eliminación de aguas residuales, la recogida de basuras, la alimentación, la vivienda y el lugar de trabajo, la densidad demográfica y la paz interior.

8 Es cierto que un vacunado puede contagiar el patógeno a un no vacunado.
Es más, la vacunación puede difundir más ampliamente las bacterias y los virus durante años, pudiendo permanecer los gérmenes inoculados largo tiempo en nuestro organismo.
Esta permanencia puede generar reacciones neurológicas, metabólicas, digestivas, alérgicas, asmáticas e infecciosas de díficil solución.
Aun en los países no desarrollados los programas de vacunación pueden incrementar la mortalidad y las enfermedades.
La vacunación masiva no tiene sentido porque no es cierta la inmunidad de grupo. No solo no está demostrada sino que justamente está demostrado con datos empíricos que un vacunado puede infectar y de hecho infecta a un no vacunado.

9 La mezcla de aluminio, mercurio, sorbitol, formaldehído y antibióticos que llevan las vacunas se considera extremadamente tóxica cuando es inoculada.
Dicha combinación hace que la eliminación sea más lenta y se acumulen más tóxicos en nuestro organismo. Las vacunas son una fuente de ingresos importante para la industria farmacéutica

10 Si a pesar de ello decide vacunar tenga en cuenta las pautas siguientes:
• Espere hasta que el niño tenga al menos dos años.
• No le dé más de una vacuna a la vez.
• No vacunar cuando el niño está enfermo.
• Asegúrese de que las vacunas están libres de timerosal.

Si observa alguna reacción extraña o cambio en el comportamiento de su hijo/a tras la vacunación, deje de vacunar durante un tiempo.