Editorial
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) IGNORA LOS PELIGROS REALES DE LAS VACUNAS Y SEÑALA A LOS DENUNCIANTES
A finales del 2018 la OMS publicó un documento con 10 puntos sobre propuestas de salud para el 2019 donde afirmaba que una de las amenazas mundiales es la duda vacunal.
A estas alturas del siglo XXI no podemos decir que este colectivo actúa por ignorancia sino por verdaderos intereses ideológicos y pseudocientíficos.
Países como España, Suecia, Alemania, Japón y Holanda reconocen que, aun siendo útiles, se trata de un fármaco biológico que puede generar complicaciones tras su utilización.
Esta duda vacunal histórica se extiende a las vacunas del cólera, tifoidea, tuberculosis, gripe, hepatitis, paperas, neumocócica, MMC, MMB, fiebre amarilla, rabia, triple vírica, tétanos, papiloma humano, polio y tosferina.
Pongamos el ejemplo de un país. Japón en el período 1970-1984 decidió introducir la primera vacunación DTP a partir de los 24 meses alegando que la vacunación precoz, en los primeros meses de vida, era la causa del aumento de la Muerte Súbita del Lactante (MSL). Durante los años en que no se vacunó precozmente disminuyó considerablemente la muerte súbita del lactante. En el año
1989 Japón obligó a la población infantil a vacunarse de la Triple Vírica combinada bajo la amenaza de multas. En 1993 Japón retiró la Triple Vírica combinada al observar que las complicaciones
postvacunales eran 2.000 veces más frecuentes que las calculadas con anterioridad.
Y fue a partir de 1993 que comenzó a vacunar del sarampión, rubeola y paperas por separado, en forma de monovacuna.
Esta es una pequeña muestra de la existencia de situaciones que no encajan con las directrices de la OMS en el mundo. En medicina y en todo conocimiento humano la prudencia es una prioridad. Un recurso técnico puede ser bueno y, utilizado masivamente, puede crear graves problemas en la colectividad.
Organizaciones como la OMS y muchas otras que gestionan las vacunas pueden estar agradecidas de nuestras asociaciones que enseñan el camino a seguir.
Señoras y señores de la OMS no se equivoquen otra vez como lo están haciendo desde hace tiempo en este tema.
Piensen que en experimentación y en ciencia las cosas no son fijas.
Se desliguen de una vez por todas de sus intereses ideológicos porque si no pensaremos que están actuando de una manera fundamentalista y excluyente y eso no es bueno para nadie.
Consejo de Redacción LLV
